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domingo, 30 de agosto de 2009

ACABO AGOSTO, SE FUE ELVIS

Una vez más acabó el mes de agosto del 2009, y una vez más se fue Elvis para volverlo a ver si
Dios quiere en enero del próximo año.
A comparación de otros años se le dio poca cobertura. Solo las emisoras Doble Nueve y Santa Rosa realizaron especiales de su mejor repertorio musical, lo cual, desde este blog les estoy muy agradecido.
La importancia de la música de Elvis es significativa en momentos que la vida pone a uno a prueba a fin de conocer hasta dónde se podrá resistir ante los abusos del poder laboral, injusticias, malos tratos y en no ser considerado de las opiniones que uno expone.

Allí entra a tallar las canciones de Elvis, considerado como la música celestial y a la vez un grito de protesta ante la gente conservadora y con negativa al cambio. Las canciones de Elvis tranquilizan el alma y el espíritu, y anima a uno al día siguiente a tener nuevos brios para seguir adelante. Como se sabe, Elvis grabó canciones muy variados que a uno se le hace difícil escoger.
Solo el estado de ánimo permite a uno hacerlo, esperando que una vida negativa y triste cambie en positivo, viviendo con firmeza y esperanza hasta conseguir nobles objetivos.

La muerte de Elvis hace 32 años dejó con las luces apagadas, con el viaje terminado, con los admiradores esparcidos, el duelo se ha despedido. Tan solo queda frente a la tumba fría sus admiradores que visitan a diario Graceland.
Elvis perdió la oportunidad y murió en solitario, en el desespero de "pudo haber sido".
El Rey ha muerto. Pero el ritmo sigue.
Siempre habrá un Elvis. Y puede haberlo amigo lector, en tí o en mí; en la forma en que tú y yo vivamos, en lo que hagamos o en lo que pretendemos hacer.

La vida de Elvis debe ser para cada uno de nosotros un motivo de aliento y a la vez una advertencia de las cosas que debemos hacer, y de las cosas que no debemos hacer. De los éxitos, de los fracasos y de las oportunidades que perdemos en la vida, algunas de ellas con repercusión por toda la eternidad.
La muerte no pone fin a la vida, tan solo la transforma. no es más que un transbordo a otro tren. Un tren que seguirá hasta la eternidad.
Algún día al igual que Elvis, tú y yo tendremos que dar cuenta ante Dios de nuestra vida, de nuestras acciones, del plan que El ha trazado para cada uno de nosotros, de cómo lo hemos conseguido, de cómo lo hemos olvidado.
De las oportunidades que hemos rechazado, de las metas que no hemos alcanzado, de nuestros éxitos y de nuestros fracasos.
Elvis ha pasado ya su examen final. ¿Dónde está?, ¿En el cielo?, ¿En el infierno?. Especular con ello es absurdo, solo Dios lo sabe; pero, lo que si es seguro es que, al igual que Elvis, a cada uno de nosotros ha dado una misión específica que cumplir. Una responsabilidad que alcanza a nuestra época, a nuestro tiempo, a nuestros amigos; e incluso a gente que no conocemos.
¿Seremos capaces de alcanzar esta misión?.
Manuel Martínez Rosas
Periodista
CPP 2593
LIMA - PERU


domingo, 23 de agosto de 2009

LA MUJER QUE LO DESTRUYO

Al comienzo el idilio de Elvis con Priscilla permaneció oculto al público ya que su representante Thomas Parker consideraba que Presley no podía reaparecer luego de dos años como un hombre casado ante sus admiradores que soñaban con el soltero más discutido y ansiado del mundo.
Priscilla se traslado a la mansión de Graceland y allí permaneció en un encierro absoluto hasta que la boda fuera autorizada.
Ella aceptó pacientemente la situación que duró hasta 1967. En Las Vegas, escenario de los grandes triunfos Elvis y Priscilla se casaron; único matrimonio de su vida y del cual nació una hija, Lisa Marie.

Elvis perdiendo de vista los sentimientos de Priscilla y disfruntando de aquella felicidad que su dinero no le había proporcionado hasta entonces, comenzó una vida de aislamiento, apartado del mundo salió de su palacete lo menos posible y sus amigos que formaban el grupo que se llamaba a si mismo la Mafia de Memphis, eran sus compañeros en juegos de billar, en el tenis o en competencias de karate.
Pero el NBC Special en diciembre de 1968 cambió de golpe la vida de Elvis, y con muchos bríos comenzó después de ocho años a realizar públicas presentaciones.
Pero Priscilla que había conservado años de encierro en beneficio de la carrera de Elvis ya sintió el deseo de salir, disfrutar de fiestas y gozar de la posición que le daba ser la señora Presley. Sin embargo después del matrimonio y del nacimiento de su hija continuó el enclaustramiento, sin ver nuevas caras y sin que nadie la viera a ella.

Como Elvis era Banda Negra en Karate, su esposa manifestó su deseo de recibir clases de Karate con el propósito de distraerse de su aburrimiento. El instructor Mike Stone comenzó sus clases a la joven señora, siendo el único hombre que por meses ella vió y trató.
En un amanecer de junio de 1972, en visperas a los formidables conciertos de Madison Square Garden -existen dos cds grabados por la RCA-, Elvis los descubrió haciendo el amor y ella se fugó con Stone de la lujosa masión que había sido por años su jaula de oro por una ventana, mientras que el Rey del Rock iba en busca de una pistola.
Aquello fue un golpe duro para Elvis. No podía concebir que la única mujer que había amado le pagara de manera tan infame y lo dejara por un individuo desconocido e insignificante. Según cuentan los amigos que estuvieron a su lado en aquel entonces y que evitaron una tragedia, Presley herido en lo más profundo de su amor propio quiso contratar un asesino a sueldo para matar a Mike Stone.
El matrimonio que llenó una parte tan importante en la vida de Elvis terminó en divorcio en 1972. Elvis entregó a Priscilla millón y medio de dólares y la custodia de su hija. Mas adelante volvieron a tratarse y cuando se les vio juntos lucían como buenos amigos, pero esto era solo en apariencia, porque el golpe asestado por el destino a Presley fue sumamente catastrófico en su vida, perdiendo definitivamente el ancla de un barco que lo llevaría a la deriva el 16 de agosto de 1977.


Elvis retornó con mucha furia desesperada a la escena, Su vanidad herida le impulsaba a demostrar que seguía siendo el Rey del Rock & Roll en su apocalípticas presentaciones en el Madison Square Garden de Nueva York por dos noches, y en ambas se produjo el codiciado "sold out". Empezaba sus conciertos cantando desesperadamente en la primera media hora canciones de rock & roll, luego en la última media hora ya más calmado cantaba baladas e himnos con tal sentimiento y dolor que al escucharlo se le parte a uno el corazón, el sentimiento y la pena de lo sucedido y en pensar por qué siempre la vida tiene que ser tan malo para gente buena y generosa cercana a Dios.
Gracias justamente al Altísimo, los conciertos del Madison existen, grabados en dos discos de antología, cuyo valor hoy está cotizado en $8,000.00; para los excepticos.


Luego Elvis ya repuesto emocionalmente realizó giras de gran éxito que enloqueció Las Vegas, su público no le fallaba y él quería presentar la misma imagen de su época brillante, pero no duro mucho; lentamente fue cayendo por dos amores que perdió: su madre, quien falleciera el 14 de agosto de 1959 cuando Elvis estaba cumpliendo sus obligaciones en el servicio militar y a su esposa.
Al parecer estos sufrimientos afectaron su mente, lanzándole a las orgías alimenticias y sexuales, lo cual empezó a engordar hasta pesar 215 libras que lo desfiguraron y a visitar frecuentemente el hospital Bautista hasta que la muerte lo visita.
Manuel Martinez Rosas
Periodista
CPP 2593
LIMA - PERU




sábado, 15 de agosto de 2009

ELVIS MUERTO ...

...hace 32 años.
ELVIS PRESLEY fue encontrado inconciente en el baño del segundo piso cercano a su cuarto en su mansión de Graceland, cuya sobredosis originó su fallecimiento por paro cardiaco.
El mundo lloró, el Perú lloró, Lima lloró, yo lloré por su deceso, la cual, los medios de comunicación diero un despliegue total sobre los pormenores de lo sucedido.
Adjunto para que tengan una idea de lo publicado en los diarios El Comercio, Expreso, La Tercera y Enquiner cómo fue su cobertura.
No hay más que decir porque ya conocemos de sobra las circunstancias, solo cabe agregar que se perdió a un gran cantante, a un gran ser humano, a una persona con sentimiento y con carisma que llegó muy lejos con su música, que rompió parámetros, cambio paradigmas e hizo que la brecha generacional se rompiera para beneficio de una juventud que reclamaba libertad y poder de decisión.
Este es parte del legado de Elvis.












Manuel Martínez Rosas
Periodista
CPP 2593
LIMA - PERU



jueves, 6 de agosto de 2009

LA MUERTE DE LA MAMA DE ELVIS

En agosto de 1958 Gladys Love Smith de Presley ingresó en el hospital. Pese al diagnóstico incierto, estaba tan grave que decidieron avisar al Elvis, que ya estaba en el ejército norteamericano, a que le condecieran un permiso especial.
Fue directo al hospital, donde Vernon, su padre, lo esperaba. Elvis durmió en una cama plegable a los pies de la de su madre.
La visita pareció animarla a Gladys y los médicos llegaron a pensar que se recuperaría.
Pero la madrugada del jueves 14, la madre de Elvis moría de un infarto. Cuando los periodistas llegaron a Graceland aquella mañana encontraron a Vernon y Elvis sentados en la escalinata de la entrada de la masión.
Elvis que no podía dejar de sollozar, les contó que su madre era lo más importante para ellos y que para él siempre había sido "la chica ideal".

El cantante estaba inconsolable y no tenía reparos en demostrarlo, llorando abiertamente y confesando a la prensa que la muerte de su madre le había roto el corazón. Madre e hijo siempre habían estado muy unidos pese a las constantes ausencias de él en los últimos años para forjar su carrera, y Gladys era la única persona en la que siempre había podido confiar.
Velaron su cuerpo en Graceland para que amigos y familiares pudieran darle el último adiós. Elvis no podía dejar de tocarla: le acariciaba las manos, la besaba y le rogaba que volviera.
Los más cercanos hablaron con él y lo convencieron para que se tomara un sedante que le ayudara a dormir.
Los días siguientes Elvis, que estuvo a punto de desmayarse en el funeral, estuvo rodeado por los amigos de toda la vida, pero una semana después del fallecimiento de su madre tuvo que volver a Fort Hood y al Ejército.

Pero antes tomó una decisión que dejó a todos perplejos: se despidió del rock & roll debido que su madre era su guía y consejera de las canciones que cantaba, así como la forma en que debía bailar y en aprobar la forma agresiva y contornearte en que se movía en el escenario.
"50,000,000 fans de Elvis no pueden estár equivocados - Los discos de oro de Elvis N°2", es el último LP de despedida del Rock & Roll puro en que el cantante nos tuvo acostumbrados hasta ganarse el apelativo con toda justicia como el "Rey del Rock", aunque él replicaba: "el único rey es Cristo nuestro Señor".
Canciones como; No lo hagas, Te imploro, Usa mi anillo en tu cuello, ¿No piensas que ya es hora?, Un montón de amor, Una noche, Me embaucaron, Un tonto como yo, Necesito tu amor esta noche y otros; quedaron como un recuerdo imborrable lo que sería la culminación de la primera etapa artística de Elvis.
Lo que vendría después a partir de 1960 en que Elvis culmina su servicio militar y regresa a Graceland ya sería diferente: estaría solo porque su madre físicamente ya no está. Su granja de pollos que dejó pronto desaparecería.
Además Elvis ya no volvería a cantar rock & roll, salvo en dos conciertos benéficos que fueron formidables porque volvió a sus raices pero combinando con otra faceta que lo tuvo escondido: cantar ópera al estilo de Mario Lanza al que siempre admiró.
Cuando fue a grabar Surrender o Ahora o Nunca de la versión O Sole Mio en los estudios de la RCA Victor, los ejecutivos se quedaron sorprendidos de una pieza y temían lo peor.
Pero el "Rey" les demostró que había Elvis para rato debido que dichos temas musicales antes que se pusieran a la venta ya tenían pedidos adelantados por la cantidad de medio millón, lo
que al venderse los discos, en una semana ya superaban el millón de discos vendidos.
En el programa de televisión con la conducción de Frank Sinatra, Elvis se presentó en smoking
y con corbata "michi", lo que muchos de sus fans se preocuparon del cambio porque el cantante ya no cantaba rock ni contorneaba sus caderas; cantaba baladas y no bailaba, quedando casi estático.
Los fans especulaban que Elvis se cansó de cantar rock, que su paso por el ejército le hizo entrar en razón o la no presencia de su mamá le hizo perder el rumbo y el timón de su carrera artística.

Las películas que grabó por espacio de ocho años, y su regreso en NBC Special el diciembre de 1968 mantuvo a Elvis activo con diversos resultados, pero siempre anhelando que su madre estuviese a su lado, hasta llegar -en su desesperación hasta su muerte-, en recurrir al espiritismo.
Pero esto ya es otra historia.
Manuel Martínez Rosas
Periodista
CPP 2593
LIMA - PERU