He leído en tres oportunidades la obra cumbre de Belaunde: LA CONQUISTA DEL PERU POR LOS PERUANOS; cuya particularidad en su tercera edición en 1994 “es que se comenta cada capítulo, se incluyen cuadros relacionados con las promesas que se hicieron y la forma en que han sido cumplidas, a veces en demasía, a veces con limitaciones. Esta confrontación honesta, intenta crear un clima de verificación y crítica”.
La primera edición apareció en 1959, en cual, Belaunde reúne sus planteamientos desde la campaña de 1956 en base a la tesis de “El Perú como doctrina”, por ser nuestro suelo y nuestra historia la fuente de inspiración, como el concepto de cooperación y solidaridad, el culto al trabajo y no a la lucha de clases, el esfuerzo por el bien común, especialmente en materia de vivienda popular, cuyo lema fue: “Hacer de los desposeídos pequeños propietarios”.
Fueron muchas ideas, planteamientos que se hicieron realidad, como por ejemplo en el orden social la Ley General de Jubilación para los empleados y obreros, la de accidentes de trabajo y el seguro para los choferes.
La Ley de Cooperación Popular fue la propuesta mas grandiosa que se hizo realidad en estos dos periodos de Acción Popular, debido que que se vio, se palpó que la “Ley de Hermandad”, permitiese con el asesoramiento de técnicos del Estado que el propio pueblo hiciera sus caminos, sus iglesias, sus caseríos, sus irrigaciones, su mejoramiento del ganado y de la agricultura sin romper esa tradición ancestral que tanto se ama y se valora en nuestro Perú.
Nuestra Nación siempre tuvo una tradición planificadora porque nuestro país tiene una topografía difícil y abrupta. Siempre será un reto para el peruano que lo habita, de allí su recia personalidad de ese peculiar personaje de los Andes. En tal sentido, la primera lección que recogemos del pasado es la necesidad de estudiar y conocer a fondo nuestro territorio, hecho que hoy carecemos ya saben porqué.
El APRA nunca ha tenido visión de futuro, por ello hoy estamos viendo los resultados, con la incógnita de qué dirá el 28 de julio Alan García, conociendo que fracasó en el supuesto despegue económico, con los conocidos males que arrastra en nuestra sociedad, y la posibilidad de una agitación social por el costo de vida que empieza que empieza a subir por los bajos sueldos que percibimos.
No hay que olvidar que cuando Belaunde llega al gobierno en 1963, el Perú era un país desarticulado, distanciado en su geografía, sin democracia, con pueblos marginados, sin acceso a la educación y cultura, con escasa energía, sin participación ciudadana, con una economía concentrada en pequeños grupos de poder, con un Estado débil y sometido a intereses particulares y con escasa tierra cultivable.
Su gobierno, sus dos gobiernos dejó sentado las bases del proceso modernizador de nuestra sociedad, que desgraciadamente fueron interrumpidos por los militares, por el APRA y por la inmoral dictadura Fujimorista, porque no supieron reconocer lo que dejó Acción Popular para el futuro: amplia red de comunicaciones cuyo eje central es la Marginal de la Selva, puertos y aeropuertos, colegios con la gratuidad de la enseñanza y el mejoramiento de la salud pública, con la erradicación total de la polio.
Dejó la “Revolución del Crédito” con la creación del Banco de la Nación, recuperando para el Estado su capacidad financiera y crediticia, se ejecutó un ambicioso plan de viviendas de interés social y se democratizaron los gobiernos locales, iniciando la ansiada descentralización del país. En lo social se reconocieron comunidades campesinas y sindicatos.
Hay mas, mucho más que originó que nuestros adversarios se burlaban caricaturizando a Belaunde en las nubes o con los mapas, pero “el hombre de la bandera”realizó gran parte de su utopía en el marco de una sociedad compleja y llena de incomprensión.
Belaunde abrió la brecha de lo que será el “Nuevo Perú”, siempre atento a la problemática humana, en servir a los demás utilizando los recursos del Estado en busca del bien público.
No pueden comparar lo que hoy le sucede al Estado: corrupción, componendas, miedo a la verdad, decisión el afrontar los retos y cambiar el staus quo de hoy.
Belaunde dio los primeros pasos para transformar el Perú inspirado en las enseñanzas del pueblo peruano, no se amilana ante los embates de la injusticia, la pobreza y la violencia.. Sus propuestas y su obra constructora han hecho que la polémica en torno a lo que debe ser el Perú gire en gran parte sobre su gestión democrática, modernizadora e integradora , no solo aquí, sino también con nuestros países vecinos.
Algún día volveremos, y aunque se burlen, ya tenemos un haz bajo la manga, que aunque esté viejo, parafraseo las palabras de Valentín Paniagua en su último mitin en Lima cuando postulaba a la Presidencia de la República: “Viejo es el viento, pero aún sigue soplando”.
Manuel Martínez Rosas
Ex dirigente y militante