Qué no se ha dicho de Charles Chaplin, un genio comediante del cine mudo que hasta hoy colectivamente se le admira y se le recuerda.
Es hoy la única estrella del cine no solo por las formidables películas en que fue director y actor principal de las mismas con su siempre atuendo de vagabundo con su sombrero de copa, sus pantalones largos, sus zapatos terminados en punta con dirección opuesta y su inseparable bastón; sino también como ser humano.
Ayudó a muchos, a millones no solo con sus películas que siempre daban un mensaje esperanzador en un mundo todavía bárbaro e inestable, sino que fue consecuente con sus ideales en defensa de la libertad y la democracia, aún dentro de los Estados Unidos en que injustamente fue acusado de comunista por pregonar la igualdad social y como consecuencia de ello expulsado de Hollywood.
Chaplin solo resumía: “La vida es una tragedia si la ves de cerca, pero una comedia si la miras con distancia”.
Cuando aquí en el Perú en 1958 nacía la televisión, lo primero que propalaron fueron los cortos de Chaplin. Desde niño ya me gozaba de sus ocurrencias y líos en que se metía. ¡Allí empezaba la fiesta!.
La sencillez de sus argumentos por el toque humano lo hacía grandioso en que muchos llorarían de emoción y porque no decirlo también de suspenso, con el complemento de la risa, la burla, la pelea sana -que raro sueña esto-, con un argumento que siempre dejaba como lección en ser siempre mejores, fieles a nuestros pensamientos, libres de amar y en no hacer daño a nuestros semejantes, proteger al desvalido a ayudarlo a que logre una vida con futuro y esperanza.
Una muestra es “El Pibe (1918)”, en que Chaplin enfoca una problemática aún no superada: la niñez abandonada. Con majestuosidad enfoca la situación de estos menores, cuya solución no es siempre internarlos en un reformatorio u orfanato, sino en darle un hogar con amor y cariño.
O “Día de paga (1922)”, donde se mantiene la misma problemática: la falta de trabajo y salarios miserables. En base la risa Chaplin lo enfoca deportivamente y a pesar de estas penurias él siempre sale adelante: ser feliz con lo que tiene.
Hoy volvemos a vivir lo que nuestros antepasados sufrieron al adaptarse a la era de las máquinas. En “Tiempos modernos (1936)” Chaplin satirisa estos tiempos en que el trabajo manual debe ir a la par con la máquina para que haya mayor productividad.
Obviamente uno termina alocado de tanto esfuerzo y termina en un hospital. Chaplin no lo dramatiza, busca siempre una salida de acuerdo con sus posibilidades.
Los países occidentales estaban felices de que Adolfo Hitler llegara al poder. ¿Por qué?. Alemania tuvo un auge económico gracias a las medidas implantadas por el nazismo, cuyo gran beneficiario era la gran burguesía occidental por los grandes capitales que se manejaban. Ahora comprendo porque el diario La Prensa, diario capitalista peruano de Pedro Beltrán apoyaba a Hitler, dándose el lujo de imprimir sus discursos en sus primeras páginas.
Pero Chaplin no cayó en el juego de Hitler. Antes que empiece la Segunda Guerra Mundial, el primer cineasta independiente que fundó la compañía “Artistas Unidos”, preparó la película que ridiculizó a Hitler y Musolini en conjunto: “El gran dictador (1940)”. Advirtió a los occidentales y al mundo lo que desgraciadamente sucedió: la matanza a millones de judíos y la conquista de Europa por parte de Alemania.
Al final solo logró que lo echaran de los Estados Unidos el cual nunca regresó, salvo una sola vez para una ocasión especial, con un permiso de estancia de 48 horas, para recibir en 1972 un Oscar honorario. Al tenerlo en sus manos solo dijo: “Este es un momento muy emocionante para mí y las palabras parecen fútiles, tan enclenques...Solo puedo decir gracias por el honor de haber sido invitado aquí. Sois maravillosos, gente dulce”.
Si de amor se trata, está “Candilejas (1952)”, el amor de una joven que inicialmente perdió las ganas de vivir y un viejo que la salvó de morir; o “Luces de la ciudad (1931)” en que el amor por una violetera ciega lo hace más sublime y puro que ya todos desearíamos tenerlo.
De condición miserable en su niñez a partir de 1889 en que nació en Londres, Chaplin tuvo profundo conocimiento de las miserias humanas. Su madre trastornada emocionalmente lo entretenía representando escenas de la calle.
Solo para presentar Candilejas regresó a Londres, pero se exilió en Suiza, dolido por el veto político durante la caza de brujas en los Estados Unidos y por la envidia de tener mujeres menores que él, que le hicieron persona no grata para la moral de la época.
Su personalidad como su éxito pronto encontraron detractores. En Inglaterra lo consideraron un traidor y en Estados Unidos ya sabemos, un comunista.
Dios premió a Chaplin con una muerte tranquila mientras dormía un 25 de diciembre de 1977. Afortunadamente las películas quedan y se puede gozar, reír, emocionarte o llorar, porque en reírnos no desperdiciamos el día, al contrario, lo ganamos para nuestra salud y nuestra alma, en moldearlo para ser más humanos, sinceros y honestos.
Gracias Chaplin por dejarnos tu inmortal filmografía, fuiste el primero que te vi en la televisión naciente en el Perú.
Manuel Martínez Rosas
Periodista
CPP 2593
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miércoles, 26 de diciembre de 2007
lunes, 17 de diciembre de 2007
LA FRECUENCIA MODULADA SE LLENA DE MIL SONIDOS
Parecía que después de tres décadas maravillosas, el rock había tocado techo y que los años 80 no iban a aportar nuevas sorpresas. Pero gracias al propio espíritu de la música, no fue así.
Esta década saltó a la palestra impulsada por potentísimos motores que le proporcionaron movimientos continuos y que además traían el impulso de las épocas anteriores, en forma de experiencia, conocimiento y deseos de superación.
Se desencadenó un auténtico rosario de movimientos, tendencias, experimentos y aventuras; y por supuesto no todo fue un triunfo debido que el fino tamiz del público, que es arbitro inflexible e imparcial, no dejó calar muchas de las ideas o anti-ideas que se fueron proponiendo a lo largo de estos diez años.
En su deseo de conquista del continente europeo y con vocación de cruce del Atlántico, los británicos atacaron con todas sus baterías. Proliferaron los grupos nuevos, las demostraciones punk, el decibélico heavy metal, la electrónica, el inmortal rock & roll y un sinnúmero de derivaciones que ampliaban continuamente los horizontes del rock, pese a que muchas de ellas no vieron su continuación.
El continente dio cumplida respuesta a la avalancha del otro lado del canal y respondió con cartuchos españoles, alemanes, holandeses y ayudas sueltas de otros países, pero la influencia y la fuerza de los grupos británicos penetraba cada vez con más intensidad, como lo dejaron en claro Queen y The Police.
Todo ello era positivo y bueno para la música porque desarrollaba el deseo de tener más, de comparar, de criticar, de gustar o de no agradar, y por tanto los pueblos siguieron en la onda del rock, fuera de una u otra manera.
A la vista del tumulto de placer, de apasionamiento y de mercado que esta corriente había creado, las grandes multinacionales, en este caso americanas, aprovecharon la coyuntura y colocaron como corona del show business a unos auténticos fenómenos artísticos-sociales que superando todas las expectativas por optimistas que hubieran podido ser, produjeron un estallido inconmensurable y subrayaron una vez más la fuerza de la música de nuestro tiempo.
Los Michael Jackson, Madonna y Prince dejaron bien sentado que el rock seguía teniendo cuerda para rato y que los públicos se iban ampliando, ya que incluso se hablaba de rock para los adultos.
Jethro Tull, Yes, Pink Floy fueron dichos exponentes para el mencionado sector.
Por eso el rock se acercó prácticamente a todos los terrenos: estuvo presente al lado de la ópera, en el ballet, en las felices uniones de música clásica y moderna, en los conciertos entre grandiosas figuras de la otra música y actuales estrellas roqueras.
Demostró que forma parte de nuestras vidas y que tiene una tradición que ha creado escuela de proyección al futuro. El retorno hacia delante se había hecho realidad y el rock había sido un crisol fusionante de todos los movimientos y corrientes musicales y sociales de la década.
El siglo XX terminó rápido rumbo a la puerta del XXI y una de las más grandes aportaciones que legará a estos próximos 100 años será sin duda la consecución del rock & roll, con todo su esplendor y circunstancias universales.
Los sobrevivientes a estas cuatro décadas no se darán por vencidos. En los 90, muchos de ellos regresaron ya sea en vivo o por medio de la computadora y el DVD.
Manuel Martínez Rosas
Periodista
CPP 2593
Esta década saltó a la palestra impulsada por potentísimos motores que le proporcionaron movimientos continuos y que además traían el impulso de las épocas anteriores, en forma de experiencia, conocimiento y deseos de superación.
Se desencadenó un auténtico rosario de movimientos, tendencias, experimentos y aventuras; y por supuesto no todo fue un triunfo debido que el fino tamiz del público, que es arbitro inflexible e imparcial, no dejó calar muchas de las ideas o anti-ideas que se fueron proponiendo a lo largo de estos diez años.
En su deseo de conquista del continente europeo y con vocación de cruce del Atlántico, los británicos atacaron con todas sus baterías. Proliferaron los grupos nuevos, las demostraciones punk, el decibélico heavy metal, la electrónica, el inmortal rock & roll y un sinnúmero de derivaciones que ampliaban continuamente los horizontes del rock, pese a que muchas de ellas no vieron su continuación.
El continente dio cumplida respuesta a la avalancha del otro lado del canal y respondió con cartuchos españoles, alemanes, holandeses y ayudas sueltas de otros países, pero la influencia y la fuerza de los grupos británicos penetraba cada vez con más intensidad, como lo dejaron en claro Queen y The Police.
Todo ello era positivo y bueno para la música porque desarrollaba el deseo de tener más, de comparar, de criticar, de gustar o de no agradar, y por tanto los pueblos siguieron en la onda del rock, fuera de una u otra manera.
A la vista del tumulto de placer, de apasionamiento y de mercado que esta corriente había creado, las grandes multinacionales, en este caso americanas, aprovecharon la coyuntura y colocaron como corona del show business a unos auténticos fenómenos artísticos-sociales que superando todas las expectativas por optimistas que hubieran podido ser, produjeron un estallido inconmensurable y subrayaron una vez más la fuerza de la música de nuestro tiempo.
Los Michael Jackson, Madonna y Prince dejaron bien sentado que el rock seguía teniendo cuerda para rato y que los públicos se iban ampliando, ya que incluso se hablaba de rock para los adultos.
Jethro Tull, Yes, Pink Floy fueron dichos exponentes para el mencionado sector.
Por eso el rock se acercó prácticamente a todos los terrenos: estuvo presente al lado de la ópera, en el ballet, en las felices uniones de música clásica y moderna, en los conciertos entre grandiosas figuras de la otra música y actuales estrellas roqueras.
Demostró que forma parte de nuestras vidas y que tiene una tradición que ha creado escuela de proyección al futuro. El retorno hacia delante se había hecho realidad y el rock había sido un crisol fusionante de todos los movimientos y corrientes musicales y sociales de la década.
El siglo XX terminó rápido rumbo a la puerta del XXI y una de las más grandes aportaciones que legará a estos próximos 100 años será sin duda la consecución del rock & roll, con todo su esplendor y circunstancias universales.
Los sobrevivientes a estas cuatro décadas no se darán por vencidos. En los 90, muchos de ellos regresaron ya sea en vivo o por medio de la computadora y el DVD.
Manuel Martínez Rosas
Periodista
CPP 2593
miércoles, 12 de diciembre de 2007
49 ... Y SIGO ADELANTE...
He vivido mucho, he vivido poco, he vivido bien, he vivido mal. ¿Con cuál he de quedarme?
Con 49 años a cuestas he tenido el privilegio de ser testigo directo de hemos históricos que cambiaron al país, y también porqué no decirlo al mundo.
Por ello nadie me va a engañar que estamos viviendo los mismo desde la época del gobierno de Manuel Prado, cuando el PBI estuvo en verde gran parte de su periodo y los adelantos que en ese entonces se estaban produciendo, como la introducción del televisor en los hogares por ejemplo lo puedo comparar hoy con la computadora.
La música con Pérez Prado al ritmo del mambo movía medio Perú hasta que el rock & roll entró a tallar de manera prehistórico con Bill Haley, tocar el cielo con Elvis Presley, bajar al llano con Paul Anka para volver nuevamente a subir y esta vez quedarnos allí para disfrutar lo que la imaginación fue un mundo más humano y alegre gracias a The Beatles.
Pero todo sueño no dura mucho, peor aún debido que muchos de mi generación ya no están aquí conmigo.
Me estoy quedando solo.
La diversidad del rock desde The Rolling Stones hasta Nirvana y quizás Cold Play reduce en suma que el rock ya desapareció. Solo le dan vida los sobrevivientes como los mismos Stones, The Police, The Who y por una sola actuación que se efectuó el lunes Led Zeppelín. La creación ha desaparecido.
En política fue hermoso la existencia de Acción Popular, sus manifestaciones grandiosas caló hondamente en el pueblo. Al APRA mucho le ha dolido su existencia.
Un hombre como Fernando Belaunde Terry, hombre sencillo, correcto, honesto y sobre todo humano al que tuve el gran privilegio de conversar en múltiples oportunidades y que reafirmó mi personalidad aprendida en mi colegio: “Honestidad y Sinceridad”, a falta de un padre que físicamente ya no estaba y que por destinos de la vida al final de sus días lo pude conocer profundamente.
La desaparición de ambos me dejaron en el limbo. Como está ahora el país, ¡que falta me hacen!. El consuelo; mi madre sigue aún conmigo, pero su fortaleza física por la edad va en retroceso.
A nadie la vejez perdona y los males lo heredamos del pecado original. El premio y lo resistimos será un merecido descanso eterno en gracia con Dios.
No fui un buen alumno en mi colegio – La Alegría en el Señor-, con las justas aprobaba el año. El fútbol era mi vida, mi pasión, mi sueño. Nadie me impidió que fuera unos de los mejores, nadie me impidió que fuera su “capitán del equipo”, nadie me impidió que recuperáramos la “copa perdida” en manos del Hogar Clínica San Juan de Dios, en un vibrante encuentro el junio de 1973 que muy pocos lo recordarán. Lo vencimos de local por 2 goles a 1, y me gané no solo el cariño y el respeto de mis compañeros de secundaria y mucho mayor los de primaria, sino que la adolescente a la que amé en su tiempo estaba a mi alcance para ir a su casa. Lulo estaba hoy en la cúspide.
Miles de partidos jugué, entre 1970 y 1977 marqué más de mil goles, con la Quinta Generación, el León Porteño y el DEPORGRAFF, tuve grandes triunfos como también grandes derrotas, fui campeón metropolitano en cinco oportunidades y muchas en campeonatos relámpagos, pero todo se acabó el 26 de junio del 2000 cuando le fracturé el fémur. Ya no pude jugar más, agregando además mi artritis en los brazos.
La universidad me disciplinó y pasé a ser de un estudiante malo a estar en un promedio superior graduándome como periodista y con colegiatura encima, y con un trabajo para el Estado que hasta hoy sigo dándole al servicio de la ciudadanía por los cargos de responsabilidad que desempeño.
Ya no camino mucho, ya no monto bicicleta, de vez en cuando me movilizo en sillas de ruedas, pero la mayor inversión de mi vida; el Escarabajo me ayuda a desplazarme a lugares soñados y si voy acompañado mejor aún.
Hay recuerdos bellos y hermosos que tengo, experiencias en todo sentido, cada día de mi vida lo tomo como un milagro de seguir aquí, porque uno nunca sabe. Como la Biblia dice: “Hay que estar preparados”.
La vida continua y hay mucho por disfrutar y sufrir, pero siempre sueño en un futuro mejor, recordar el pasado como una lección de mis errores y vivir solo el presente sin compromisos porque a estas alturas ya no existe la persona que me espere. Y es mejor así porque se evita en lastimar las relaciones, ahora que todo es global, que todo es rapidez, que todo es hacer, hacer y hacer.
No me arrepiento haber llegado a los 49 años, al contrario, no pensaba vivirlos y al Altísimo le doy las gracias de rodillas, pero sueño con mi senaduría, sueño con ayudar a la gente que me necesite, sueño con salir del ostracismo para contribuir que Acción Popular puede mejorar mucho más la forma en que vivimos.
Aún tengo esperanzas, pero también reconozco que hay un límite que solo Dios lo dispondrá. A partir de allí solo esperaré lo que señala el Apocalipsis.
Por ello la historia es importante, muchos cometen errores porque se olvidan de repasarla, de investigarlo. Tendríamos una mejor sociedad si la historia lo tuviésemos presente.
En este día especial me inclino ante mis amigos y familiares que ya no están aquí, e imploro a los que estén y ya no los veo ni nos comunicamos a que estén bien de salud, estén contentos, estén perseverando en mejorar su situación y la de los suyos, pero que ojalá no se contaminen por la ideas neoliberales. Su peligro es romper conciencias y comportamientos.
Yo felizmente mantengo mis ideales y convicciones, para muchos los que me conocen me señalan que son anticuados, pero para una buena convivencia en sociedad es primordial su aplicación.
En estos 49 años ...sigo adelante, con sus sube y baja en la vida, pero con mi espíritu de lucha juvenil que aún no ha declinado. Como lo dijo al final Valentín Paniagua, ex presidente Constitucional del Perú: “Viejo es el viento, pero aún sigue soplando”.
Manuel Martínez Rosas
Periodista
CPP 2593
Con 49 años a cuestas he tenido el privilegio de ser testigo directo de hemos históricos que cambiaron al país, y también porqué no decirlo al mundo.
Por ello nadie me va a engañar que estamos viviendo los mismo desde la época del gobierno de Manuel Prado, cuando el PBI estuvo en verde gran parte de su periodo y los adelantos que en ese entonces se estaban produciendo, como la introducción del televisor en los hogares por ejemplo lo puedo comparar hoy con la computadora.
La música con Pérez Prado al ritmo del mambo movía medio Perú hasta que el rock & roll entró a tallar de manera prehistórico con Bill Haley, tocar el cielo con Elvis Presley, bajar al llano con Paul Anka para volver nuevamente a subir y esta vez quedarnos allí para disfrutar lo que la imaginación fue un mundo más humano y alegre gracias a The Beatles.
Pero todo sueño no dura mucho, peor aún debido que muchos de mi generación ya no están aquí conmigo.
Me estoy quedando solo.
La diversidad del rock desde The Rolling Stones hasta Nirvana y quizás Cold Play reduce en suma que el rock ya desapareció. Solo le dan vida los sobrevivientes como los mismos Stones, The Police, The Who y por una sola actuación que se efectuó el lunes Led Zeppelín. La creación ha desaparecido.
En política fue hermoso la existencia de Acción Popular, sus manifestaciones grandiosas caló hondamente en el pueblo. Al APRA mucho le ha dolido su existencia.
Un hombre como Fernando Belaunde Terry, hombre sencillo, correcto, honesto y sobre todo humano al que tuve el gran privilegio de conversar en múltiples oportunidades y que reafirmó mi personalidad aprendida en mi colegio: “Honestidad y Sinceridad”, a falta de un padre que físicamente ya no estaba y que por destinos de la vida al final de sus días lo pude conocer profundamente.
La desaparición de ambos me dejaron en el limbo. Como está ahora el país, ¡que falta me hacen!. El consuelo; mi madre sigue aún conmigo, pero su fortaleza física por la edad va en retroceso.
A nadie la vejez perdona y los males lo heredamos del pecado original. El premio y lo resistimos será un merecido descanso eterno en gracia con Dios.
No fui un buen alumno en mi colegio – La Alegría en el Señor-, con las justas aprobaba el año. El fútbol era mi vida, mi pasión, mi sueño. Nadie me impidió que fuera unos de los mejores, nadie me impidió que fuera su “capitán del equipo”, nadie me impidió que recuperáramos la “copa perdida” en manos del Hogar Clínica San Juan de Dios, en un vibrante encuentro el junio de 1973 que muy pocos lo recordarán. Lo vencimos de local por 2 goles a 1, y me gané no solo el cariño y el respeto de mis compañeros de secundaria y mucho mayor los de primaria, sino que la adolescente a la que amé en su tiempo estaba a mi alcance para ir a su casa. Lulo estaba hoy en la cúspide.
Miles de partidos jugué, entre 1970 y 1977 marqué más de mil goles, con la Quinta Generación, el León Porteño y el DEPORGRAFF, tuve grandes triunfos como también grandes derrotas, fui campeón metropolitano en cinco oportunidades y muchas en campeonatos relámpagos, pero todo se acabó el 26 de junio del 2000 cuando le fracturé el fémur. Ya no pude jugar más, agregando además mi artritis en los brazos.
La universidad me disciplinó y pasé a ser de un estudiante malo a estar en un promedio superior graduándome como periodista y con colegiatura encima, y con un trabajo para el Estado que hasta hoy sigo dándole al servicio de la ciudadanía por los cargos de responsabilidad que desempeño.
Ya no camino mucho, ya no monto bicicleta, de vez en cuando me movilizo en sillas de ruedas, pero la mayor inversión de mi vida; el Escarabajo me ayuda a desplazarme a lugares soñados y si voy acompañado mejor aún.
Hay recuerdos bellos y hermosos que tengo, experiencias en todo sentido, cada día de mi vida lo tomo como un milagro de seguir aquí, porque uno nunca sabe. Como la Biblia dice: “Hay que estar preparados”.
La vida continua y hay mucho por disfrutar y sufrir, pero siempre sueño en un futuro mejor, recordar el pasado como una lección de mis errores y vivir solo el presente sin compromisos porque a estas alturas ya no existe la persona que me espere. Y es mejor así porque se evita en lastimar las relaciones, ahora que todo es global, que todo es rapidez, que todo es hacer, hacer y hacer.
No me arrepiento haber llegado a los 49 años, al contrario, no pensaba vivirlos y al Altísimo le doy las gracias de rodillas, pero sueño con mi senaduría, sueño con ayudar a la gente que me necesite, sueño con salir del ostracismo para contribuir que Acción Popular puede mejorar mucho más la forma en que vivimos.
Aún tengo esperanzas, pero también reconozco que hay un límite que solo Dios lo dispondrá. A partir de allí solo esperaré lo que señala el Apocalipsis.
Por ello la historia es importante, muchos cometen errores porque se olvidan de repasarla, de investigarlo. Tendríamos una mejor sociedad si la historia lo tuviésemos presente.
En este día especial me inclino ante mis amigos y familiares que ya no están aquí, e imploro a los que estén y ya no los veo ni nos comunicamos a que estén bien de salud, estén contentos, estén perseverando en mejorar su situación y la de los suyos, pero que ojalá no se contaminen por la ideas neoliberales. Su peligro es romper conciencias y comportamientos.
Yo felizmente mantengo mis ideales y convicciones, para muchos los que me conocen me señalan que son anticuados, pero para una buena convivencia en sociedad es primordial su aplicación.
En estos 49 años ...sigo adelante, con sus sube y baja en la vida, pero con mi espíritu de lucha juvenil que aún no ha declinado. Como lo dijo al final Valentín Paniagua, ex presidente Constitucional del Perú: “Viejo es el viento, pero aún sigue soplando”.
Manuel Martínez Rosas
Periodista
CPP 2593
martes, 4 de diciembre de 2007
EL DESENCANTO DE MUCHAS ILUSIONES
Brotaron nombres importantes por doquier. Se cultivaban tendencias, derivaciones, paralelismos y ramificaciones que no solamente no perjudicaban al rock, sino que enriqiecían sus posibilidades de ampliación como realidad constante de la vida.
Pero hubo excepciones; el Heavy Metal aparece y con ello Led Zeppelin destrona a The Beatles.
Jimi Page y Robert Plan se convierten en los amos y señores del rock que gobernarán la música por espacio de una década.
Otra excepción: la aparición de la música disco, la antítesis del rock por su movimiento amanerado y acomplejado, aprovechando quizás la desaparición del principal rocker que haya conocido la juventud: ELVIS PRESLEY.
Con la muerte de Elvis en agosto de 1977 se cierra un capítulo importante de la mentalidad creativa del rock, sentida por millones en el planeta, dolido por fans de todas las edades.
Los años de golpe vinieron encima para darnos cuenta tarde lo que hemos perdido.
Sin embargo Jackson Brown aparece en la escena musical para rescatar algo de la semilla del rock, hasta apacar por completo a la música disco.
The Police tomaría la antorcha que dejó Elvis.
Además ya no había necesidad de que surgiesen grandes idolos a los que seguir, puesto que el rock era suficientemente fuerte en sí mismo como para sustentarse y sustentar cualquier apetencia masiva que los jóvenes, los no tan jóvenes y los que empezarían a ser jóvenes pudieran tener. Ello significaba en modo alguno que la cantera de figuras se estuviera agotando, debido que todo lo contrario, esta década fue una de las más fructíferas en lo que se refiere a creatividad, y también a la aparición de figuras y conjuntos; payasos o músicos en serio.
En toda Europa y América se estaban escribiendo páginas inspiradísimas que surgían de artístas ya consagrados y otros muchos que llegaban habiendo aprovechado bien la enseñanza y la herencia de las dos maravillosas décadas anteriores, como el grupo Yes, The Who o Deep Purple.
Entre todos ellos la cosecha fue abundante y de mejor calidad, pero también hubo decepciones y tristezas puesto que por una parte, la exigencia de comercialización impuso en muchos casos su ley en detrimento del canto a la verdad y la creatividad e inspiración.
Por otra, la circunstancias personales de algunos de los protagonistas de la década, pusieron unas notas tristes en la partitura brillante que estaba siendo interpretada por las magnificas estrellas de la orquesta de los 70, bajo la dirección del maestro rock.
Jimi Hendrix, The Doors, Jamis Japlin no pudieron soportarlo.
Probablemente hayan sido unos años de los más abundantes en lo que respecta a cantidad de producción y creatividad y que proporcionaron una dimensión universal a las nuevas ideas que iban surgiendo sobre la marcha.
Se podría denominar Nueva Ola con sus altibajos ya descritos al inicio, pero en realidad, gracias a los sobrevivientes de los rockers de los años 50 y 60 es casi preferible calificarlos a esta década como creatividad, confirmación y continuidad.
MANUEL MARTINEZ ROSAS
PERIODISTA
CPP 2593
Pero hubo excepciones; el Heavy Metal aparece y con ello Led Zeppelin destrona a The Beatles.
Jimi Page y Robert Plan se convierten en los amos y señores del rock que gobernarán la música por espacio de una década.
Otra excepción: la aparición de la música disco, la antítesis del rock por su movimiento amanerado y acomplejado, aprovechando quizás la desaparición del principal rocker que haya conocido la juventud: ELVIS PRESLEY.
Con la muerte de Elvis en agosto de 1977 se cierra un capítulo importante de la mentalidad creativa del rock, sentida por millones en el planeta, dolido por fans de todas las edades.
Los años de golpe vinieron encima para darnos cuenta tarde lo que hemos perdido.
Sin embargo Jackson Brown aparece en la escena musical para rescatar algo de la semilla del rock, hasta apacar por completo a la música disco.
The Police tomaría la antorcha que dejó Elvis.
Además ya no había necesidad de que surgiesen grandes idolos a los que seguir, puesto que el rock era suficientemente fuerte en sí mismo como para sustentarse y sustentar cualquier apetencia masiva que los jóvenes, los no tan jóvenes y los que empezarían a ser jóvenes pudieran tener. Ello significaba en modo alguno que la cantera de figuras se estuviera agotando, debido que todo lo contrario, esta década fue una de las más fructíferas en lo que se refiere a creatividad, y también a la aparición de figuras y conjuntos; payasos o músicos en serio.
En toda Europa y América se estaban escribiendo páginas inspiradísimas que surgían de artístas ya consagrados y otros muchos que llegaban habiendo aprovechado bien la enseñanza y la herencia de las dos maravillosas décadas anteriores, como el grupo Yes, The Who o Deep Purple.
Entre todos ellos la cosecha fue abundante y de mejor calidad, pero también hubo decepciones y tristezas puesto que por una parte, la exigencia de comercialización impuso en muchos casos su ley en detrimento del canto a la verdad y la creatividad e inspiración.
Por otra, la circunstancias personales de algunos de los protagonistas de la década, pusieron unas notas tristes en la partitura brillante que estaba siendo interpretada por las magnificas estrellas de la orquesta de los 70, bajo la dirección del maestro rock.
Jimi Hendrix, The Doors, Jamis Japlin no pudieron soportarlo.
Probablemente hayan sido unos años de los más abundantes en lo que respecta a cantidad de producción y creatividad y que proporcionaron una dimensión universal a las nuevas ideas que iban surgiendo sobre la marcha.
Se podría denominar Nueva Ola con sus altibajos ya descritos al inicio, pero en realidad, gracias a los sobrevivientes de los rockers de los años 50 y 60 es casi preferible calificarlos a esta década como creatividad, confirmación y continuidad.
MANUEL MARTINEZ ROSAS
PERIODISTA
CPP 2593
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