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miércoles, 12 de diciembre de 2007

49 ... Y SIGO ADELANTE...

He vivido mucho, he vivido poco, he vivido bien, he vivido mal. ¿Con cuál he de quedarme?
Con 49 años a cuestas he tenido el privilegio de ser testigo directo de hemos históricos que cambiaron al país, y también porqué no decirlo al mundo.
Por ello nadie me va a engañar que estamos viviendo los mismo desde la época del gobierno de Manuel Prado, cuando el PBI estuvo en verde gran parte de su periodo y los adelantos que en ese entonces se estaban produciendo, como la introducción del televisor en los hogares por ejemplo lo puedo comparar hoy con la computadora.
La música con Pérez Prado al ritmo del mambo movía medio Perú hasta que el rock & roll entró a tallar de manera prehistórico con Bill Haley, tocar el cielo con Elvis Presley, bajar al llano con Paul Anka para volver nuevamente a subir y esta vez quedarnos allí para disfrutar lo que la imaginación fue un mundo más humano y alegre gracias a The Beatles.
Pero todo sueño no dura mucho, peor aún debido que muchos de mi generación ya no están aquí conmigo.
Me estoy quedando solo.
La diversidad del rock desde The Rolling Stones hasta Nirvana y quizás Cold Play reduce en suma que el rock ya desapareció. Solo le dan vida los sobrevivientes como los mismos Stones, The Police, The Who y por una sola actuación que se efectuó el lunes Led Zeppelín. La creación ha desaparecido.
En política fue hermoso la existencia de Acción Popular, sus manifestaciones grandiosas caló hondamente en el pueblo. Al APRA mucho le ha dolido su existencia.
Un hombre como Fernando Belaunde Terry, hombre sencillo, correcto, honesto y sobre todo humano al que tuve el gran privilegio de conversar en múltiples oportunidades y que reafirmó mi personalidad aprendida en mi colegio: “Honestidad y Sinceridad”, a falta de un padre que físicamente ya no estaba y que por destinos de la vida al final de sus días lo pude conocer profundamente.
La desaparición de ambos me dejaron en el limbo. Como está ahora el país, ¡que falta me hacen!. El consuelo; mi madre sigue aún conmigo, pero su fortaleza física por la edad va en retroceso.
A nadie la vejez perdona y los males lo heredamos del pecado original. El premio y lo resistimos será un merecido descanso eterno en gracia con Dios.
No fui un buen alumno en mi colegio – La Alegría en el Señor-, con las justas aprobaba el año. El fútbol era mi vida, mi pasión, mi sueño. Nadie me impidió que fuera unos de los mejores, nadie me impidió que fuera su “capitán del equipo”, nadie me impidió que recuperáramos la “copa perdida” en manos del Hogar Clínica San Juan de Dios, en un vibrante encuentro el junio de 1973 que muy pocos lo recordarán. Lo vencimos de local por 2 goles a 1, y me gané no solo el cariño y el respeto de mis compañeros de secundaria y mucho mayor los de primaria, sino que la adolescente a la que amé en su tiempo estaba a mi alcance para ir a su casa. Lulo estaba hoy en la cúspide.
Miles de partidos jugué, entre 1970 y 1977 marqué más de mil goles, con la Quinta Generación, el León Porteño y el DEPORGRAFF, tuve grandes triunfos como también grandes derrotas, fui campeón metropolitano en cinco oportunidades y muchas en campeonatos relámpagos, pero todo se acabó el 26 de junio del 2000 cuando le fracturé el fémur. Ya no pude jugar más, agregando además mi artritis en los brazos.
La universidad me disciplinó y pasé a ser de un estudiante malo a estar en un promedio superior graduándome como periodista y con colegiatura encima, y con un trabajo para el Estado que hasta hoy sigo dándole al servicio de la ciudadanía por los cargos de responsabilidad que desempeño.
Ya no camino mucho, ya no monto bicicleta, de vez en cuando me movilizo en sillas de ruedas, pero la mayor inversión de mi vida; el Escarabajo me ayuda a desplazarme a lugares soñados y si voy acompañado mejor aún.
Hay recuerdos bellos y hermosos que tengo, experiencias en todo sentido, cada día de mi vida lo tomo como un milagro de seguir aquí, porque uno nunca sabe. Como la Biblia dice: “Hay que estar preparados”.
La vida continua y hay mucho por disfrutar y sufrir, pero siempre sueño en un futuro mejor, recordar el pasado como una lección de mis errores y vivir solo el presente sin compromisos porque a estas alturas ya no existe la persona que me espere. Y es mejor así porque se evita en lastimar las relaciones, ahora que todo es global, que todo es rapidez, que todo es hacer, hacer y hacer.
No me arrepiento haber llegado a los 49 años, al contrario, no pensaba vivirlos y al Altísimo le doy las gracias de rodillas, pero sueño con mi senaduría, sueño con ayudar a la gente que me necesite, sueño con salir del ostracismo para contribuir que Acción Popular puede mejorar mucho más la forma en que vivimos.
Aún tengo esperanzas, pero también reconozco que hay un límite que solo Dios lo dispondrá. A partir de allí solo esperaré lo que señala el Apocalipsis.
Por ello la historia es importante, muchos cometen errores porque se olvidan de repasarla, de investigarlo. Tendríamos una mejor sociedad si la historia lo tuviésemos presente.
En este día especial me inclino ante mis amigos y familiares que ya no están aquí, e imploro a los que estén y ya no los veo ni nos comunicamos a que estén bien de salud, estén contentos, estén perseverando en mejorar su situación y la de los suyos, pero que ojalá no se contaminen por la ideas neoliberales. Su peligro es romper conciencias y comportamientos.
Yo felizmente mantengo mis ideales y convicciones, para muchos los que me conocen me señalan que son anticuados, pero para una buena convivencia en sociedad es primordial su aplicación.
En estos 49 años ...sigo adelante, con sus sube y baja en la vida, pero con mi espíritu de lucha juvenil que aún no ha declinado. Como lo dijo al final Valentín Paniagua, ex presidente Constitucional del Perú: “Viejo es el viento, pero aún sigue soplando”.

Manuel Martínez Rosas
Periodista
CPP 2593

1 comentario:

Anónimo dijo...

La vida esta llena de situaciones contradictorias eso lo sabemos bien pero a lo larga de ella solo tenemos nuestras convicciones para poder tener una guía un norte y no dejarnos arrastrar en el mar de la indiferencia y mediocridad que vemos, o la falta de compromiso y mentira que abundan y parece ser la norma común de nuestros tiempos pero mientras existan gentes con valores, lealtades, convicciones reales y no superafulas el mundo no será del todo malo y apocalíptico que a veces nos parece , es fácil estar a favor de la corriente pero supongo que sentirse una malagua no debe ser muy gratificante ser el carnero que camina al despeñadero tiene algo de placido pero es trágico no tanto porque pueda evitar el final sino porque no lucha y trata de evitar ese final ese el secreto de la vida todos sabemos que moriremos algún día pero no todos los días y el renunciar a pelear y abandonar nuestros ideales es morir de a pocos ser un cascaron hueco lleno de mentiras y traiciones se mata el alma de apoco es la agonía de la eternidad es la resignación del débil ante el poderoso no por qué pueda vencerlo sino por no pelear, y tu lulo no eres esa clase de gente tienes otra cepa la de tu madre que a su edad batalla con sus males y se preocupa de ti, la de tu padre que a pesar de las distancia tu lo tienes siempre presente, la de tus lealtades políticas de AP ( a pesar de saber que ele final esta cerca) la de la u que su símbolo es el futbolista mas leal que a dado el Perú lolo fernandez no estos mediocres o lumpenes de glorias efímeras, esa es tu cepa es lo que te hace diferente y por lo cual los que tienen el privilegio de conocerte te aprecian y desea solo una cosa: que no cambies, sigue siendo el terco y a veces extraño personaje en esta fauna de frivolidades y mezquindades batalla por tener el derecho de ser diferente y sobre todo autentico
Salud por UD maestro y festeje
Vamos Bosy