Debemos recordar que la historia del Perú está salpicada de milagros.
El gobierno de transición de Valentín Paniagua fue uno de esos milagros porque surgió intempestivamente ante la fuga de Alberto Fujimori en un momento de terrible corrupción en su entorno de su gobierno dictatorial que lo tumbó a casi diez años; un extraño momento de lucidez legislativa.
Fugado el dictador el Congreso de tránsfugas de Nueva Mayoría/Cambio 90 y Vamos Vecinos se vio doblegado ante congresistas leales a la institucionalidad para designar por mayoría a la presidencia de la República a un político de Acción Popular situado en las antípodas de su espíritu mayoritario, un socialcristiano de centro izquierda totalmente apegado al estado de derecho y virtualmente sin apoyo parlamentario.
A Paniagua el poder le llegó de sorpresa y en horas tuvo e hizo funcionar un gabinete ministerial de lujo para encarar rápidamente tareas difíciles y fundamentales, sobre todo la crisis económica y la corrupción que carcomió a políticos, militares, profesionales ... todo.
No olvidemos que en ocho meses que duró su gestión, con el amparo de la Constitución y la acción del Poder Judicial, apresó a los corruptos y capturó a Vladimiro Montesinos que estaba en Venezuela.
Abrió las puertas a la administración pública para que la ciudadanía en general conozca de manera transparente sus gestiones administrativas y tenga acceso a la información. La reorganizó e hizo mucho más ágil su gestión en base al Silencio Administrativo Positivo.
Además sentó las bases para el posterior Acuerdo Nacional.
En conclusión Paniagua demostró autoridad moral de ser un político recto y decidido y rompió el mito fujimorista como modelo de eficacia insustituible. Para él, una democracia moderna tiene que implantar tres elementos indivisibles: honestidad, libertad, solidaridad.
Ese es su legado político y personal, un legado que enorgullece a Acción Popular, y de la cual, a pesar que casi el Perú lo a olvidado, nosotros y sus familiares de Valentín Paniagua no lo hemos olvidado.
Murió hace dos años, nos dejó un 16 de octubre a la edad de 70 años.
por las circunstancias que vivió a partir de julio del año 2000, no lo debemos pasar por alto.
La vigencia de Valentín Paniagua, Fernando Belaunde Terry y Acción Popular están aún presentes que en cualquier momento despertarán.
Solo es cuestión de esperar que surja algún dirigente, que al partido accione la realización de sus plenarios y congresos para encontrar el debido camino, el camino que aún está perdido, que el país nos reclama para seguir, profundizar y superar las metas que nuestros queridos líderes se han trazado en su momento.
¡Piensen!, la luz que nos alumbra, el agua que bebemos se lo debemos a los gobiernos de Acción Popular; ¿por qué?. Acaso Alan García, Fujimori e incluso Alejandro Toledo han construido grandes hidroeléctricas, represas o vías de comunicación interconectados con los pueblos de la serranía o amazonía.
¿Por qué nos piden que ahorremos luz y agua?, porque el crecimiento poblacional superó las obras realizadas por el Estado hace 23 años, de la cual, ahora que nos dicen que tenemos reservas el gobierno aprista no sabe en qué invertirlos.
Es un ejemplo sencillo para que lo piensen, hoy solo pido que honremos a los que nos gobernaron con capacidad, decencia, ética y moral; pensando solo en el Perú.
MANUEL MARTINEZ ROSAS
PERIODISTA
CPP 2593
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