"De acuerdo. Solo es Rock & Roll, pero me gusta..."
Esta frase, acuñada en una famosa canción, parece resumir la sencillez hecha grandeza, de un movimiento musical que ha sobrepasado los límites de la realidad normal, para pasar a ser un fenómeno social a partir de los años 50. Se implantó en el mundo entero, creando auténticas corrientes de opinión influenciando formas de ver la vida, y transformándose en el arte popular por excelencia, en el rey de la era de las comunicaciones.
Los músicos de color fueron los primeros en establecer unas bases fundamentales que irían dando paso a este tipo de música, sobre todo, basándose en el Rythm & Blues, pero hay que decir que el Rock and Roll no despegó totalmente como entidad musical y con personalidad propia hasta que los músicos blancos lo tomaron para sí y lanzándolo con increible fuerza, convirtiéndolo en un explosivo fenómeno de masas.
Bill Haley saltó al mercado con un profético título premonitorio de lo que iba a suceder. En 1951 grabó Rock the Joint. Su forma de intrepretar fue afianzándose entre el público juvenil, hasta que el abril de 1954 Haley con los Cometas colocaron en el mercado con una fuerza increible un par de grabaciones que oficialmente pueden ser catalogados como los primeros discos del rock and roll que obtuvieron popularidad a todos los niveles, transpasaron fronteras, dieron vuelta al mundo y se afianzaron como primeras piedras del fantástico edificio que estaba destinado a elevarse hasta las alturas infinitas del desarrollo musical.
Pero al rock and roll le faltaba una imagen que acabara de consolidarlo no como movimiento y terminó, que esto ya lo había conseguido, sino como cambio masivo, imparable y generador de posiciones vitales dentro de la juventud mundial.
Y esta aparición, llegó la irrupción de Elvis... Elvis Aaron Presley.
A partir de ese momento, todo cambió. El entorno musical se conmocionó y afectó a todas las grandes figuras que marcaban pautas en las sociedades del mundo entero.
La leyenda superó a la realidad y la tremenda fuerza de esta inmemsa ola, empezó a producir, desde dentro de si misma, ramificaciones que poco a poco se iban consolidando y marcaban con su sello personal las indicaciones para que nuevos caminos se fueran abriendo.
Los años 50 dieron a luz un maravilloso acontecimiento llamado rock and roll. Su robusta salud le hizo crecer con una velocidad increible. Se abrió camino como un torrente imparable y se impuso como ritmo que iba a cambiar al mundo.
Duró esta primera etapa apenas seis años. La sociedad conservadora no iba a perdonar la rebeldía, la libertad, el despertar intelectual y sexual de la juventud. Por ello poco a poco a los pioneros los fueron liquidando desde Jerry Lee Lewis y Chuck Berry hasta el propio Elvis, que tuvo que aceptar ir al ejército para no ser condenado definitivamente como antipatriota.
El resto; unos murieron como Buddy Holly, otros terminaron presos como Berry, unos metidos en escándalos que los hundieron para siempre como Lee Lewis y el resto que pasó al olvido como Bill Haley o Carl Perkins.
Pero esto no iba a durar para siempre. La semilla sembrada iba a dar en un tiempo no muy lejano sus frutos.
MANUEL MARTINEZ ROSAS
PERIODISTA
CPP 2593
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