Siempre que una persona expone algún tema de interés existe un compromiso de por medio concerniente a lo que sostiene sus ideas u temas, ya sea positivos o negativos, buenos o malos, que sirvan para una causa noble o de solución general o simplemente que esté dirigido a un pequeño sector.
Este es el dilema de un político.
En mi caso, especialmente en la adolescencia cuando cursaba Educación Cívica en cuarto de secundaria no olvidaré nunca una exposición que lo considero brillante pero que por tener un profesor aprista e simpatizante del gobierno militar de Velasco, no me permitió en que terminara y encima me jalara aduciendo falta de conocimiento al tema.
Recordemos que el APRA y el gobierno militar coqueteaban debido que eran afines en sus prácticas ideológicas, sino pregúntense ¿por qué Velasco no lo deportó a Haya de la Torre cuando este hablaba en los mítines del “Día de la Fraternidad”?.
La exposición que hice en clase fue en el mes de octubre de 1976, la cual mi intención era comparar las ideologías del APRA y Acción Popular, señalando de cajón que “Fernando Belaunde Terry superó doblemente a Haya de la Torre y fue más allá porque logró ambas cosas como la imagen e ideas referidas al legado incaico, la cual, le agregué su eficacia política al ganar las elecciones presidenciales que Haya no pudo hacerlo en 52 años” (en ese entonces).
Sostuve además –y eso le amargó más a mi profesor o “fiscal de la inquisición” que “Belaunde hizo más que los políticos prefieren encargar a sus seguidores de más confianza: recorrió el país pueblo por pueblo. De más esta contar lo que todos saben: el famoso slogan de “villorio por villorio” o la anécdota de “¿presidente o chofer de ómnibus interprovincial?”.
Y pregunté a mis compañeros de clase: “¿qué imagen proyectaba Belaunde en esos parajes?, ¿doctrina, programa o estrategia?”. Nadie supo responderme, a lo que el profesor casi gritándome me dijo: ¡CÚAL!.
Al notar ya su desesperación y para sacarme el clavo y saborear una íntima victoria me inspiré de lo que había leído y conocido en ese entonces de Acción Popular para responderle: “allí Belaunde no hablaba de reforma del crédito ni nacionalización del suelo o subsuelo, su mensaje era su presencia al proyectar la imagen yo estoy aquí, veo lo que haces, como tu comida, escucho tu problema, yo resolveré esto”. Agregué también que esto se debió que al perder Belaunde los comicios del 56 de manera épica y consagratoria se dedicó a recorrer el país y expuse una frase de él: “he cruzado diez veces la Cordillera, no en pos de homenajes, sino en busca de inspiración e ideas”.
A lo que mi profesor aprovechó la ocasión para interrumpirme y preguntarme: ¿El señor Belaunde entonces no tuvo ideología ni programa de gobierno que le sirviera como respaldo para dirigir los destinos del país?.
Con esta respuesta “el vaso se colmó” y me dijo: “siéntate que estás jalado con 10”.
Obviamente que protesté y hasta se me escapó en tildarlo de fracasado al igual que los militares cuyo manejo económico se les iba de las manos por aplicar el programa aprista como los sostuvieron sus voceros de manera jactanciosa.
Posteriormente este profesor fue expulsado de la plana docente al intentar sobrepasarse con una compañera de estudios y en comprobársele que no era objetivo en calificar las exposiciones o las pruebas escritas, por lo que al final la plana docente de mi colegio tuvo que revisar todas las notas de mis compañeros y la mía por supuesto a fin de no salir perjudicados en las calificaciones finales-
Hubo otras exposiciones dentro y fuera del colegio, ya con mayor conocimiento en el tema. Siempre me he inclinado en la defensa de la institucionalidad y sobre todo en la difusión de la doctrina de Acción Popular, a fin que sus ideales no se pierdan y sepan en realidad quien soy.
Afortunadamente no fui amenazado, y por seguridad –por consejo del partido-, siempre he dado una dirección falsa.
En el trabajo también me metí en similares líos, tuve problemas pero afortunadamente siempre le supe poner freno para no caer en el proselitismo político.
Nuevamente estaré en estos menesteres en las próximas elecciones generales, si Dios quiere y la salud lo permita.
MANUEL MARTINEZ ROSAS
CPP 2593
LIMA - PERU