Buscar este blog

sábado, 17 de octubre de 2009

¿QUE SON LAS DESGRACIAS Y QUE LA FELICIDAD?

Cuando sucede un hecho desagradable nos disgustamos, y hay quienes se ponen hasta contra Dios.
Esos hechos desagradables, deben hacernos fuertes para superar todo lo que no nos gusta y tendremos que vivir, porque siempre en este mundo pasaremos esos momentos.

Un tema de reflexión nos puede hacer pensar.
Nos cuenta Billie Wilcox: "Cuando vivía en Pakistán muríó un hijo mio de seis meses, y un anciano penyabi que se había enterado de nuestra pena fue a consolarnos. Las desgracias, observó, nos hacer hervir como el agua.
Si somos como el huevo nos endurecemos e insensibilizarnos; en cambio si somos como la papa, saldremos del trance blandos y maleables".
"Quizá le haya sonado muy extraño a Dios, pero muchas veces le he implorado: Señor mío hazme una papa".
¿Pensamos en los valores en nuestra vida cuando atravesamos algún momento de crisis?. ¿Qué posición se debe tomar frente a una circunstancia que compromete los valores de una vida?.
Ser leal es mantenerse firme en el repaldo de un ideal, implicando no dar jamás la espalda.
Esto lo aceptamos, pero qué sucede ante la fuerza de la "tentación"?.

Muchas situaciones de la vida son un desafío a nuestros principios, a nuestra lealtad con nuestros semejantes y hasta con el propio Dios. No se puede vivir mostrando una cara en unas situaciones y otra cara en otras; eso es ser hipócrita.
Por fuera rosas y por dentro podredumbre.
Estas reflexiones me traen a colación la vivencia que pasa hoy amigo que estudió conmigo en la universidad; se le muere su madre, se queda solo y cuando está trastando de salir del hoyo en que se encuentra, su amiga a la que considera muy especial porque la ama demasiado, se va muy lejos.
Y nuevamente de lo poco que se levantó, nuevamente se va abajo, con la idea que ella también ha muerto.
Lo llamé para saber cómo estaba -debido que es inubicable porque no se que hará después que sale de trabajar-, pero siempre lo encuentro a partir de las 11 de la noche y en algunas ocasiones de madrugada, quedándose que no podía dormir y que para hacerlo debía consumir pastillas, -igual que Elvis, qué casualidad ¿no?-, pero ese retroceso implicará mas tiempo para que pueda ser normal en su estado de ánimo y en su salud en general, debido que ha parado dos veces a emergencia en una clínica cercana.
Su depresión ha comenzado a cobrarle la factura.
He tratado de fortalecerlo, de prepararlo a lo que vendrá será difícil y que lo debe superar por él mismo y por los pocos amigos y familiares que tiene que me imagino lo deben querer y estimar. Pero no es suficiente, hay algo más por hacer.
Le pregunté si creía en la felicidad, y él todo excéptico me dijo que no, que era puras c... y que ya está viejo para lograrlo porque su mejor época ya pasó.
Entonces le insistí hasta meterle en su cabeza que a la fuerza tenía que romper esquemas, recuperar su espíritu de lucha, sus valores, su moral, su ética para que no se sienta abatido ni abandonado.
Entonces le insistí que si quería superar las desgracias y lograr la felicidad, tendrá que luchar constantemente, porque la lucha es la felicidad del ser humano.
Le expliqué exponiendo mis experiencias: cuando estaba perdiendo un partido de fútbol importante en los campeonatos no me desanimaba, luchaba y al final ganaba; siendo en 12 torneos cinco veces campeón. He sido feliz.
Cuando veía en las revistas la colección discografica de Elvis Presley me dije que algún día los tendría; luché sacrificando muchas cosas hasta que al final lo conseguí... y de yapa. He sido feliz.
En mi estudios cuando solo mi mamá apostaba por mi y el resto no, luchaba por ser alguien en la vida; y lo conseguí con la esperanza de dar aún más si mi salud me lo permité. He sido feliz.
Con mis padres, especialmente con mi mamá, estuve hasta el último momento de sus días cuidándola y velando por su salud. Dios decidió llevarselos, he sido feliz de haber estado con ellos hasta el último momento de sus vidas.
Otras más les expuse a mi amigo a fin de levantarlo anímicamente y que ya trate de olvidar de la manera más rápida sus penas y angustias. Su amiga se va lejos, debe estar contento porque es la felicidad de ella, de la primacía de sus sentimientos donde nadie, solo ella está en ese mundo y él lo estorbaría. Debe romper el esquema al asumir que la persona que ama si es feliz de esa manera, él también lo debe ser, por ella y tener la oportunidad de buscar otros rumbos, porque cada uno se traza un camino y es difícil que vayan juntos, solo se cruzan para seguir por destinos diferentes.
Tardará mi amigo nuevamente en asimilar "su desgracia" y romperá su esquema para que vuelva a la lucha de la vida para que sea feliz, al menos lo estoy observando para que no cometa un desliz que luego se pueda arrepentir.
Ojalá que estas impresiones les puedan servir de experiencia y meditación.
Manuel Martínez Rosas
Periodista
CPP 2593
LIMA - PERU



1 comentario:

Percy dijo...

Hola Manolo
Interesante tu artículo. Lo importante es que tu amigo sea consciente y admita que sufre de depresión porque de lo contrario no podrá salir de esta enfermedad.

Te lo digo por experiencia propia ya que durante tres años tuvo que recibir tratamiento especializado para superar la depresión que se inició con un cuadro de estrés que empezó con insomnio, preocupaciones y mal humor.

En diciembre del 2003 estuve a punto de sufrir un derrame cerebral pero afortunadamente acudí al hospital en el momento preciso. Tuve que dejar el trabajo e internarme en un hospital. Luego a ser dado de alta seguí un proceso de recuperación en casa.

A veces pienso que "perdí tres años de mi vida" pero luego comprendo que fue un período que me permitió recargar baterías.

Ojalá que tu amigo pueda salir adelante.

Un abrazo Y DALE U!
Percy