Fue un triunfo para el Perú que el Poder Judicial se encargara de traerlo aquí a Lima a ex dictador peruano de los 90; Alberto Fujimori Fujimori, acusado de muchos hechos que hieren los derechos humanos, la gobernabilidad e institucionalidad de nuestro país, en especial los derechos humanos.
Tales derechos vulnerados fueron –además de otros-, los tristemente hechos de las matanzas por el grupo Colina de La Cantuta y de Barrios Altos, ocurridas en los primeros dos años del gobierno dictatorial de Fujimori.
Soñé que lo trajeran esposado y forzado a moverse como si fuera un vulgar delincuente, pero al menos parte de ese sueño se cumplió. Pero; ¿para qué?.
El país de a pocos está conociendo a fondo estos hechos que nunca debieron suceder: ¿acribillar a estudiantes y a un profesor sin defensa alguna?, ¿disparar en Barrios Altos a las personas que ya estaban en el piso neutralizadas, incluyendo a un niño?.
¿Se puede concebir que esto haya sucedido no en un lugar lejano del Perú, sino aquí nomás, en Lima?.
¿Por qué hemos permitido esto y reaccionado la sociedad tarde?
El juicio a Fujimori es imparcial y con todas las garantías que un tribunal debe inspirar a la opinión pública local y mundial a fin que la justicia sea justa y de acuerdo con nuestro Código Penal, con un Poder Judicial que ojalá esté en lo correcto.
general del ejercito peruano ordene incinerar cadáveres para borrar evidencias de un delito, demuestra a la larga que el gobierno fujimorista actuó fuera de la legalidad, de la institucionalidad, hurtando los fondos públicos y de toda acción que un cristiano debe acatar y obedecer según la Biblia.
Pero, ¿qué estoy diciendo?, si Fujimori no es cristiano, ni creo que profesa ningún tipo de religión, porque al menos nunca lo vi en un Te Deum u otra iglesia en actitud de mea culpa.
Revolucionario Tupac Amaru) iniciaron el daño al Perú justo cuando hubo elecciones generales el 18 de mayo de 1980 en que Acción Popular por segunda vez toma las riendas del país. El inicio terrorista cuyo costo social fue enorme y se tuvo que emplear a fondo el servicio de inteligencia para acabar con esta lacra y asesinos sociales, fecundo en la dictadura militar de Juan Velasco Alvarado y de Morales Bermúdez.
El papel que desempeñaron los miembros de la Comisión de la Verdad –cuyo propulsor fue en el gobierno de transición del presidente Valentín Paniagua-, a fin de conocer la “verdad” de la violencia no solo terrorista, sino también del Estado (valiente decisión porque también involucraba el segundo gobierno de Acción Popular, siendo Paniagua el sucesor de Belaunde); y Toledo que le agregó “y Reconciliación”, en su informe final fue tan dramático en esclarecer situaciones, precisar verdaderas responsabilidades en sus diversos matices y analizar las etapas del proceso histórico de una violencia que sembró incertidumbre y sospechas en todas las direcciones.
En muchas zonas todo campesino era un “terruco” en potencia y todo uniformado un aparente represor sin discriminación.
breve plazo lo que se pensó sanamente que “eran abigeos”.
Hubo muertos ...si, y no los justifico porque son hermanos peruanos los que cayeron, y sé que a Belaunde en el alma le dolió muchísimo porque –me consta-, conversamos en una oportunidad de esta penosa situación. Se vivía lo que era la etapa final de la “guerra fría”, la maldita exportación del comunismo a lo Pool Pot o de Mao.
No me referiré a lo que dice La Comisión del gobierno aprista, (si quieren saberlo lean su informe), pero si del gobierno fujimorista, el cual, quedó manchado sus manos de sangre inocente por la violación brutal y descarada de los derechos humanos. Fue la mayor represión de peruanos inocentes por parte del Estado dirigido por este sujeto que no se sabe si es peruano o japonés por tener doble nacionalidad para su conveniencia.
vamos a reconciliar?. No con los asesinos obviamente, no con los terroristas que mataron, lisiaron y destruyeron como parte integral de un esquema político genocida y totalitario, ni con los miembros de las fuerzas de seguridad a las ordenes de Fujimori y Montesinos que transgredieron normas que debieron regir al Estado en conflictos armados de toda índole.
Estos si cometieron atrocidades y ahora son juzgados como algo inédito en la historia del Perú y del mundo.
Por ello Fujimori –un ex presidente del Perú-, está en el banquillo, callado porque no tiene argumentos de defensa; sus partidarios desesperados buscan la impunidad tratando de coartar al APRA, su hijo llora públicamente sin saber hablar y diciendo incongruencias por supuestos maltratos carcelarios. El INPE ya lo desmintió al confirmar que solo está cumpliendo escrupulosamente el reglamento carcelario.
Desgraciadamente existen sus seguidores ciegos de toda realidad en el país, e inconscientes de la etapa dura en que se vivió, la cual, políticamente se les debe derrotar; es decir con ideas, con planteamientos y con hechos en el ámbito democrático.
Ojalá se tome conciencia de esto, no olvidemos nunca lo que sucedió y que felizmente hemos sobrevivido, porque todos sin excepción la lucha debe estar en contra de la pobreza, la ignorancia educativa, el acceso sin excepción a la salud y con un digno salario.
sueño de Belaunde: ¡Justicia Social en Libertad!
Manuel Martínez Rosas
Periodista
CPP 2593
1 comentario:
Si Belaunde no hubiera arrugado y capturar a Abimael, otra hubiera sido la historia.
Quizas nunca hubieramos tenido al chino rata como presidente.
viendo el jucio por la tele veo que no hay pruebas contundentes. creo que el fiscal equivoco en hacer su acusacion.
como el Perú es el país de lo imposible, que nada sorprenda que el chino rata salaga limpio de polvo y paja y sea presidente en el 2011
porque nadie imagino ver a caballo loco nuevamente en el sillón de Pizarro (no hablo de Claudio)
estamos condenado al fracaso!
Gabriel
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